Primera presidenta de Perú Dina Boluarte

 


Primera presidenta de Perú gobernará sin apoyo parlamentario


08 de diciembre de 2022

Primera presidenta de Perú gobernará sin apoyo parlamentario


Dina Boluarte, la primera mujer presidenta de Perú, gobernará sin un grupo parlamentario propio que apoye su gestión, por lo que deberá construir cuidadosas coaliciones con miembros del Congreso, que es la institución más desprestigiada en el país sudamericano, indicaron el jueves los expertos.

La abogada de 60 años asume el poder durante la época de mayor turbulencia política de las últimas dos décadas, bajo una potente sequía que azota los Andes, una quinta ola de infecciones por COVID y una gripe que ha matado a miles de aves en la costa del Pacífico.

“Habrá una incertidumbre continua”, dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas. Para tener un gobierno que funcione, hay que lograr una coalición lo suficientemente grande como para impulsar políticas y legisladores que te respalden, añadió.



A diferencia de su antecesor, Pedro Castillo — detenido por la policía el miércoles por la tarde por el presunto delito de rebelión, tras intentar disolver de forma ilegal el Parlamento—, la nueva presidenta debe elegir ministros de amplia trayectoria, capacidad moral y conocimiento del Estado, dijo Alonso Cárdenas, profesor de Ciencia Política de la universidad peruana Antonio Ruiz de Montoya.

Castillo nombró más de 70 cambios ministeriales en su gestión de casi 17 meses, incluyendo algunos secretarios sin ninguna experiencia política. “Los nuevos ministros deben manejar el aparato público con propiedad para afrontar los terribles problemas que tiene el país”, añadió Cárdenas.

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio “Lula” da Silva, dijo que lamentaba el destino de Castillo, pero comprendía que todo fue encaminado en el marco constitucional. “Espero que la presidenta Dina Boluarte tenga éxito en su tarea de reconciliar el país", indicó.



Más contundente fue el mandatario mexicano Andrés López Obrador que reprochó por Twitter la tensión que ha protagonizado el Gobierno de Castillo en casi un año y medio. “Por intereses de las élites económicas y políticas”, desde el comienzo de la presidencia de Pedro Castillo, se ha mantenido un ambiente de hostilidad en su contra “hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución con el sui géneris precepto de ‘incapacidad moral’”.

El Parlamento llevó adelante un tercer intento de destitución, aludiendo esa causal, por las acusaciones e investigaciones de corrupción que recaen sobre el ya destituido presidente.

La ventaja con la que parte Boluarte es, para el profesor Cárdenas, que ella tiene una mejor lectura política que Castillo y su equipo es más profesional. “Si sabe jugar sus cartas creo que podría hacer una mejor presidencia que Castillo", auguró.


De otro lado, Freidenberg dijo que la primera mujer presidenta de Perú tiene una oportunidad única para mostrar las capacidades que pueden tener las mujeres “en un país que es machista, misógino, discriminatorio y donde tantas dificultades han tenido las mujeres para poder acceder al gobierno”.



Por lo dicho en su primer discurso, cree Cárdenas, “puede tener una posibilidad para llevar a cabo las necesarias e impostergables reformas que el país necesita”. Boluarte ha prometido, con sus predecesores, estirpar la corrupción de Perú.

Tras juramentar en el Parlamento, la presidenta Boluarte pidió una tregua política para instalar un “gobierno de unidad nacional”. Luego, mirando a los legisladores, dijo en su primer discurso que en su gabinete estarán representadas "todas las fuerzas democráticas”. Cárdenas sugirió cautela y recordó que el Congreso es la institución más desprestigiada de Perú “y que pactar o tener algunos arreglos con ellos puede ser contraproducente a los ojos de la ciudadanía”.

Todas las encuestas coinciden en la impopularidad del Parlamento. Según un sondeo nacional de noviembre del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el Congreso unicameral peruano tiene 86% de desaprobación y apenas un 10% de aprobación.





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