diciembre 2021

     


La maldición de los Alcalde en Sto. Dgo. Norte.

Un paradigma que no tiene final, si bien es cierto en santo domingo norte desde la primera alcaldía en el 2000 con el primer alcalde Daniel Louis, han transcurrido varios años ya. 4 alcaldes los cuales son. Los que han ocupado el cargo Jesús Feliz, Francisco Fernández, Rene Polanco y el actual alcalde Carlos Guzmán.

Ningunos de los anteriores, sin tomar aun en cuenta al actual obviamente, situación no se le ha cumplido el tiempo aún. Excepto los demás que no han podido volver o retornar a dicha posición.

Y es que con una demanda tan alta y una entrada tan precaria, la situaciones que envuelve. Resultan tan comprometedora. Tal angustiado Gerente resulta hasta incompetente ante el gran compromiso difícil de resolver.

Pero que razón tendría el espectador detrás del telón si quien representa se mantiene a escondida en las cortinas húmedas de el teatro montado. Así que envía a un buzón que los divierta y entretenga entre trapecio y acrobacias; e ignora el gusto y deseo de los demás simpatizante que al no ver su estrella espectacular grita con llanto lleno de quejas y molestia y al final. No quedar satisfecho con la maniobras de la presentación que no esperaban.

Ahora tal se encuentra navegando en un mal agitado y turbulento con ráfagas del viento enojado queriendo hundirle por completo.

Quien desearía encabezar tal tripulación que no hay forma supuesta a satisfacer y prevalecer navegando juntamente con ellos con dicho deseo de gobernar no es suficiente. Más aún con las, olas y el viento en contra.

Tendría que dejar viejos hábitos y volver al principio para ver como alcanzar a logra lo imposible.

La gran pregunta es:
Porque seguir deseando querer ser el capitán de un barco repleto de tantas cargas?

Complejos que no se entenderán de la política. Actual.

Por : José Alexander Montas.



 

Liderazgo en Latinoamérica, ¿qué falta?

En un conversatorio organizado por la Unisimón y moderado por el exministro Amylkar Acosta, los expresidentes de Colombia y R. Dominicana, Ernesto Samper y Leonel Fernández, analizaron el panorama que se avizora para la región luego de dos años de pandemia.

¿Qué significa la proclamación de Barbados como nueva república independiente? ¿Dónde está América Latina cuando se estima que la deuda pública mundial alcanzará al finalizar este año los US$277 billones? ¿Estamos en los albores de una “pandemia financiera” a consecuencia del impacto del covid-19?

Esos y otros interrogantes fueron motivos de reflexión por parte de los expresidentes de Colombia, Ernesto Samper Pizano, y de República Dominicana, Leonel Fernández Reyna, en un conversatorio realizado por la Universidad Simón Bolívar en su renovada Casa de la Cultura de América Latina La Perla, en el barrio El Prado, de Barranquilla.

“En Latinoamérica somos 650 millones de habitantes y la región del mundo más impactada por la pandemia, con 20 % de los infectados y el 83 % de los fallecidos”, dijo Fernández. “Es tiempo de que hagamos conciencia de unificar nuestra voz frente a un mundo globalizado, hasta ahora insensible e indiferente en la solución global de un problema global”.


“Es un digno representante de esa pléyade de prohombres que comprometen su vida e inteligencia en el engrandecimiento de la sociedad y la cultura Caribe, que ha impactado propositivamente en la consolidación del pensamiento social latinoamericano, que inspiran nuestros principios y continúan marcándonos el camino a seguir para lograr una Indoamérica justa, educada, autónoma, culta y desarrollada”, destacó José Consuegra Bolívar, rector de Unisimón.

La trayectoria de Fernández exaltada por Unisimón incluye el ejercicio del derecho en tribunales, ser profesor e investigador, y partícipe en conferencias de alto nivel, como el Foro Económico Mundial, la Organización de Estados Americanos y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Además de abogado, catedrático, político y escritor, Fernández fundó y preside la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), entidad dedicada a los estudios y capacitaciones de los sectores social, político, económico, democrático e internacional de República Dominicana. También lidera la Asociación de las Naciones Unidas de la República Dominicana y la Federación Mundial de Naciones Unidas.

“Mi aspiración en la vida, lo que quise ser, es ser pelotero. Era mi gran deseo. Tenía una admiración por Juan Marichal, el primer dominicano en llegar al Hall de la Fama y el único con una estatua en los Estados Unidos. Muchas gracias, señor rector, por este honor que me concede”, expresó el exmandatario.


 

Artistas deben devolver dinero dado en diciembre de 2020


El director de Contrataciones Públicas Carlos Pimentel aseguró que los artistas que recibieron hace un año dinero público a través del Gabinete de Política Social, deben devolver ellos ese dinero.

“El proceso de lesividad lo que busca es que los artistas devuelvan el dinero”, dijo Carlos Pimentel


“Si hay una decisión de un tribunal, tienen que devolverlo, eso no es si ellos quieren”, señaló.


Reveló que algunos artistas devolvieron voluntariamente el dinero que recibieron del Gabinete Política Social en diciembre del año pasado, a pocos días del escándalo generado por el anuncio de la entrega de RD$100 millones a merengueros, dembowseros y de otros géneros como apoyo económico para ellos y su equipo en la pandemia del COVID-19, y quienes debían dar conciertos a transmitirse por televisión y plataformas digitales.

La intención del Gabinete de Política Social fue repartir RD$100 millones, pero por la intervención de la Dirección General de Contrataciones Públicas, que dispuso suspender el proceso, solo se llegaron a entregar unos RD$55.6 millones.

En abril del presente año, la Dirección General de Contrataciones Públicas recomendó al Gabinete Política Social, mediante una resolución, identificar y sancionar a los funcionarios responsables de ejecutar la contratación de los artistas, sin cumplirse el debido proceso y en violación a la ley.


Pimentel reportó que se aplicaron amonestaciones sin disfrute de sueldo por varios meses, entre otras sanciones.

“Para nosotros ese caso está cerrado, y enviamos un claro mensaje de que, sobre esas bases que no cruzan por el sistema de contrataciones, pues no se puede otorgar pagos en esas condiciones”, expresó.


Alejandro Magno

Alejandro III de Macedonia (Pela, Grecia; 20 o 21 de julio de 356 a. C.nb 1​1​ - Babilonia; 10 /11 de junio de 323 a. C.),nb 2​2​ más conocido como Alejandro Magno (griego: Μέγας Αλέξανδρος, romanización: Mégas Aléxandros) o Alejandro el Grande,nb 3​ fue rey de Macedonia (desde 336 a. C.), Hegemón de Grecia, Faraón de Egipto (332 a. C), Gran rey de Media y Persia (331 a. C), hasta la fecha de su muerte.
Hijo y sucesor de Olimpia de Epiro y Filipo II de Macedonia, su padre lo preparó para reinar proporcionándole experiencia militar y encomendando a Aristóteles su formación intelectual. Su ascenso al trono no fue fácil, su padre lo exilió junto a su madre por considerarlo un hijo adúltero. Su madre se exilió en Epiro y las amistades de Alejandro también fueron exiliadas por una posible conspiración. Filipo muere asesinado, y Alejandro se hace con el poder, eliminando adversarios que pudiesen reclamar el trono.
Alejandro Magno dedicó los primeros años de su reinado a imponer su autoridad sobre los pueblos sometidos a Macedonia, que habían aprovechado la muerte de Filipo para rebelarse. Como hegemón de toda Grecia en concepto de sucesor de su padre, continuó el plan que habían aprobado las polis griegas: conquistar el vasto imperio de Persia, para vengar todos los daños que les habían causado a los griegos por siglos, incluyendo la recuperación de todas las ciudades costeras de Asia Menor e islas del mar Egeo. Preparó un ejército de aliados griegos (mayormente macedonios) y en el año 334 a. C. se lanzó con su pequeño ejército, de apenas 40 000 hombres, contra el poderoso Imperio persa: una guerra de venganza de los griegos —bajo el liderazgo de Macedonia— contra los persas.3​



En su reinado de trece años, cambió por completo la estructura política y cultural de la zona, al conquistar el Imperio aqueménida y dar inicio a una época de extraordinario intercambio cultural, en la que los griegos se expandieron por los ámbitos mediterráneo y próximoriental. Es el llamado Período helenístico (323 a. C.-30 a. C.) Tanto es así, que sus hazañas lo han convertido en un mito y, en algunos momentos, en casi una figura divina, posiblemente por la profunda religiosidad que manifestó a lo largo de su vida.4​
Tras consolidar la frontera de los Balcanes y la hegemonía macedonia sobre las ciudades-estado de la antigua Grecia, poniendo fin a la rebelión que se produjo tras la muerte de su padre, Alejandro cruzó el Helesponto hacia Asia Menor (334 a. C.) y comenzó la conquista del Imperio persa, regido por Darío III. Victorioso en las batallas del Gránico (334 a. C.), Issos (333 a. C.), Gaugamela (331 a. C.) y de la Puerta Persa (330 a. C.), se hizo con un dominio que se extendía por la Hélade, Egipto, Anatolia, Oriente Próximo y Asia Central, hasta los ríos Indo y Oxus. Habiendo avanzado hasta la India, donde derrotó al rey Poro en la batalla del Hidaspes (326 a. C.), la negativa de sus tropas a continuar hacia Oriente le obligó a retornar a Babilonia, donde falleció sin completar sus planes de conquista de la península arábiga. Con la llamada «política de fusión», Alejandro promovió la integración de los pueblos sometidos a la dominación macedonia promoviendo su incorporación al ejército y favoreciendo los matrimonios mixtos. Él mismo se casó con dos mujeres persas de noble cuna.
En sus treinta y dos años de vida, su Imperio se extendió desde Grecia, hasta el valle del Indo por el Este y hasta Egipto por el Oeste, donde fundó la ciudad de Alejandría5​ (hoy Al-ʼIskandariya, الاسكندرية). Fundador prolífico de ciudades, esta ciudad egipcia habría de ser con mucho la más famosa de todas las Alejandrías fundadas por el también faraón Alejandro. De las setenta ciudades que fundó, cincuenta de ellas llevaban su nombre.



El conquistador macedonio falleció en circunstancias oscuras. Los escritos más antiguos dejan clara evidencia de una muerte lenta producto de un envenenamiento, dejando un imperio sin consolidar. El control sobre diversas regiones era débil en el mejor de los casos, y había regiones del norte de Asia Menor que jamás se hallaron bajo dominio macedonio. Al morir sin nombrar claramente un heredero, le sucedió su medio hermano Filipo III Arrideo (323-317 a. C.), que era una persona con discapacidad intelectual,6​ y su hijo póstumo Alejandro IV (323-309 a. C.). El verdadero poder estuvo en manos de sus generales, los llamados diádocos (sucesores), que iniciaron una lucha despiadada por la supremacía que conduciría al reparto del imperio de Alejandro y su fraccionamiento en una serie de reinos, entre los cuales acabarían imponiéndose el Egipto Ptolemaico, el Imperio seléucida y la Macedonia antigónida.
Alejandro es el mayor de los iconos culturales de la Antigüedad, ensalzado como el más heroico de los grandes conquistadores. Un segundo Aquiles («soldado y semidiós»), para los griegos su héroe nacional y libertador, o vilipendiado como un tirano megalómano que destruyó la estabilidad creada por los persas. Su figura y legado han estado presentes en la historia y la cultura, tanto de Occidente como de Oriente, a lo largo de más de dos milenios y ha inspirado a los grandes conquistadores de todos los tiempos, desde Julio César hasta Napoleón Bonaparte.
Nacimiento e infancia
Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro.
Hijo de Filipo II, rey de Macedonia (dinastía de los Argéadas), y de Olimpia, hija de Neoptólemo I de Epiro, según Plutarco, el día de su nacimiento se tuvo noticia en la capital de tres triunfos: el del general Parmenión frente a los ilirios, la victoria del sitio a una ciudad portuaria por su padre y la victoria del carro del rey en competición, que fueron considerados increíbles augurios en aquel tiempo,7​ aunque quizá fueran meras invenciones posteriores creadas bajo la aureola de grandeza de este personaje.
Existen dudas acerca de la paternidad de Filipo, ya que hay otra versión, completamente legendaria, sobre la concepción de Alejandro. Plutarco refiere que su madre Olimpia antes de quedar encinta soñó que un rayo caía sobre su vientre y que Filipo vio en un sueño que el abdomen de su esposa estaba sellado con el rostro de un león, por lo cual la acusó de adulterio.7​
En tanto, Pseudo Calístenes narra que la vinculación de Alejandro con el dios Amón y la posterior visita al oráculo está relacionada con su verdadero padre, el faraón egipcio Nectanebo II,8​ quien huyera a Grecia al ser invadido su país nuevamente por los persas. Según la leyenda, Nectanebo II fue recibido en la corte de Filipo como un «mago».9​



Personificado como el dios Amón, convenció a Olimpia de engendrar un hijo que pusiera a salvo a las dos naciones, a lo cual ella accedió. Se mantuvo varios años en la corte, hasta que murió en una caminata nocturna junto a «su hijo».9​ Alejandro, según Calístenes, supo que su verdadero padre era Nectanebo II esa misma noche, razón por la que, descreyendo de él, lo empujó a un pozo y murió.
Esta leyenda se basa en el hecho de que los sacerdotes egipcios del oráculo de Amón en Siwa, lo saludaron como hijo de aquel dios, un título que implicaba reconocerlo como faraón.
Rasgos físicos
Alejandro Magno tenía el hábito de inclinar ligeramente la cabeza sobre el hombro derecho,11​ era físicamente de hermosa presencia, de baja estatura (1,60 m), cutis blanco, la nariz algo curva inclinada a la izquierda, cabello semiondulado de color castaño claro, con un estilo de cabello denominado anastole («dentro del espíritu») y ojos heterócromos (el izquierdo marrón, y el derecho gris), se desconoce si eran así de nacimiento o como consecuencia de un traumatismo craneal. Plutarco y Calístenes citan que poseía un aroma físico agradable naturalmente, a lo que ellos llamaban «buen humor». Por descripciones de Plutarco, normalmente antes de dar batalla, Alejandro lanzaba un dardo hacia el cielo (Zeus) con la mano izquierda, como también se aprecian en algunas de sus esculturas, se lo ve portando objetos con el mismo brazo, por lo que sería aceptable afirmar que era zurdo
Educación
Su educación fue inicialmente dirigida por Leónidas,12​ un austero y estricto maestro macedonio que daba clases a los hijos de la más alta nobleza, que lo inició en el ejercicio corporal pero también se encargó de su educación. Lisímaco, un profesor de letras bastante más amable, se ganó el cariño del Magno llamándole Aquiles, y a su padre, Peleo.12​ Sabía de memoria los poemas homéricos y todas las noches colocaba la Ilíada debajo de su cama.13​ También leyó con avidez a Heródoto y a Píndaro.
Se cuentan numerosas anécdotas de su niñez, siendo la más referida aquella que narra Plutarco:14​ Filipo II había comprado un gran caballo al que nadie conseguía montar ni domar. Alejandro, aun siendo un niño, se dio cuenta de que el caballo se asustaba de su propia sombra y lo montó dirigiendo su vista hacia el Sol. Tras domar a Bucéfalo, su caballo, su padre le dijo: «Búscate otro reino, hijo, pues Macedonia no es lo suficientemente grande para ti».9​
Alejandro y Aristóteles. El notable filósofo se ocupó de la formación intelectual y académica de Alejandro durante cinco años.
Según coinciden algunos historiadores antiguos, especialmente Calístenes, quien narra la participación de Alejandro en su adolescencia de los Juegos Olímpicos (a petición de Filipo), en la cual obtuvo victorias en competencias de carros.9​
A los trece años fue puesto bajo la tutela de Aristóteles,9​ el filósofo que más influyó en la filosofía y las ciencias. Durante cinco años sería su maestro, en un retiro de la ciudad macedonia de Mieza. Aristóteles le daría una amplia formación intelectual y científica en las ramas que este abordó, como filosofía, lógica, retórica, metafísica, estética, ética, política, biología, y otras tantas áreas.
Muy pronto (340 a. C.) su padre lo asoció a tareas del gobierno nombrándolo regente, a pesar de su juventud.15​ Recibía personalmente a los enviados persas, deseosos de que Macedonia pagase los altos tributos exigidos por Darío. Les conversaba amablemente, y así obtenía información, acerca de las travesías de rutas tierra-mar, la preparación del ejército persa, valioso para las acciones que desarrolló en el futuro. En el 338 a. C. dirigió la caballería macedónica en la batalla de Queronea, siendo nombrado gobernador de Tracia ese mismo año.15​ Desde pequeño, Alejandro demostró las características más destacadas de su personalidad: activo, enérgico, sensible y ambicioso. Es por eso que, a pesar de tener apenas dieciséis años, se vio obligado a repeler una insurrección armada.15​ Se afirma que Aristóteles le aconsejó esperar para participar en batallas, pero Alejandro le respondió: «Si espero, perderé la audacia de la juventud».



Culto religioso
Olimpia y Nectanebo conciben a Alejandro. Pintura antigua de la colección de Historia de British Library Royal.
Las ideas religiosas de Alejandro eran las convencionales en el tradicional politeísmo de la Grecia clásica,16​17​18​19​20​ aunque como concepto moderno de religión, la más apropiada es la eusébeia, definida por Platón (Eutifrón, 12e) como «el cuidado que los hombres tienen de los dioses».21​ Si lo que caracteriza a la religión griega son los ritos propiciatorios y sacrificiales, por medio de los que se garantiza la relación satisfactoria entre los hombres y los dioses,22​ no hay duda de que Alejandro fue un hombre profundamente religioso que hizo sacrificios y ofrendas a los dioses olímpicos en conjunto o particularmente, como a Poseidón, a quien sacrificó un toro al cruzar el Helesponto, además de Ares y Atenea,9​12​13​ Heracles, Asclepio, las Nereidas, Dioniso, Amón, Baal, Océano, ríos divinizados como el Indo y muchos otros.23​
Como dios protector de Macedonia Zeus olímpico aparecía en la mayor parte de las monedas de plata que mandó acuñar en toda su historia, en las que en el anverso aparecía la figura de Hércules con unos rasgos físicos progresivamente más parecidos a los del propio Alejandro.24​ Ambas deidades, en efecto, le iban a ser siempre muy queridas pues, según Quinto Curcio (Historia de Alejandro Magno, IV, 2.3), Zeus era su padre en tanto Heracles lo era de la dinastía macedónica.25​ Sus primeros biógrafos hablan muy a menudo de los sacrificios ofrecidos por Alejandro a los dioses. Tras cada victoria sacrificaba animales a los dioses en general o a alguno en particular y les dedicaba procesiones y competiciones gimnásticas. Es célebre la ofrenda que hizo a Atenea tras la victoria sobre los persas en el Gránico, cuando envió a su templo en Atenas 300 armaduras persas completas con la inscripción: «Alejandro hijo de Filipo y los griegos, excepto los lacedemonios, de los bárbaros que habitan Asia».26​ En Egipto se interesó por el templo de Zeus-Amón, ofreció sacrificios al dios Apis y consintió ser divinizado como Horus, «el príncipe fuerte, aquel que puso las manos en las tierras de los extranjeros, amado de Amón y elegido de Ra, hijo de Ra, Alejandro».27​ Por lo demás nunca desdeñó incorporar a su propio panteón los dioses de los vencidos, a veces tras un proceso de sincretismo religioso mediante el cual acababan siendo identificados con las deidades griegas y macedónicas, por ejemplo cuando tras la conquista de Tiro, según Flavio Arriano (Anábasis de Alejandro Magno, II, 24.6), consagró al mismo Heracles «el barco sagrado de Tiro dedicado a Heracles, que había sido capturado en el ataque naval» y, benevolente –tras la masacre de la conquista–, amnistió a los fenicios que se habían refugiado en el templo de Heracles, es decir, el dedicado al Melqart tirio.28​
Ese respeto a los templos de las ciudades conquistadas —a excepción de Tebas, donde es posible que Alejandro no tuviese aun un completo control de su ejército—29​ es otro rasgo de su religiosidad, junto con el continuado recurso a la adivinación.30​ Si quiso deshacer el nudo gordiano es porque había sido profetizado que quien fuese capaz de soltar el nudo gobernaría toda Asia (Arriano, II, 3, 6-8). Para Plutarco (Al LXX, 2-4), que habla de un palacio «lleno de sacrificadores, de expiadores y de adivinos que llenaban el ánimo de Alejandro de necesidades y de miedo», como para Quinto Curcio, la mentalidad de Alejandro podía en ese aspecto calificarse de supersticiosa.
Exilio
Alejandro junto a su madre Olimpia (réplica ubicada en Viena).
Un nuevo matrimonio de su padre,9​ que podría llegar a poner en peligro su derecho al trono (no conviene olvidar que el mismo Filipo fue regente de su sobrino Amintas IV —hijo de Pérdicas III—, hasta la mayoría de edad, pero se adueñó del trono), hizo que Alejandro se enemistara con Filipo. Es famosa la anécdota de cómo, en la celebración de la boda, el nuevo suegro de Filipo (un poderoso noble macedonio llamado Átalo) rogó porque el matrimonio diera un heredero legítimo al rey, en alusión a que la madre de Alejandro era una princesa de Epiro y que la nueva esposa de Filipo, siendo macedonia, daría a luz a un heredero totalmente macedonio y no mitad macedonio y mitad epirota como Alejandro, con lo cual sería posible que se relegara a este último de la sucesión. Alejandro se enfureció y le lanzó una copa, espetándole: «Y yo ¿qué soy? ¿un bastardo?». En ese momento Filipo se acercó a poner orden, pero debido a su estado de embriaguez, se tropezó y cayó al suelo, lo que le granjeó una burla de Alejandro: «Quiere cruzar Asia, pero ni siquiera es capaz de pasar de un lecho a otro sin caerse.» La historia le valió la ira de su padre, por lo que Alejandro tuvo que exiliarse a Epiro junto con su madre, Olimpia. Para evitar un complot, Filipo también ordenó el exilio de todos sus amigos,9​ siendo Frigio uno de los más cercanos. Más tarde, Filipo terminaría por perdonarle.
Ascenso al poder
Filipo muere asesinado en el año 336 a. C. a manos de Pausanias, un capitán de su guardia, como resultado de una conspiración que es generalmente atribuida a Olimpia.8​ Después de este hecho, Alejandro hizo matar a parte de la familia de Cleopatra, su madrastra.32​ Así, se aseguró que no quedara vivo ningún heredero que pudiese reclamar el trono y tomó las riendas de Macedonia a la edad de veinte años.33​34​
Busto de Alejandro.
Tras suceder a su padre, Alejandro se encontró con que debía gobernar un país radicalmente distinto de aquel que heredó Filipo II veintitrés años antes, ya que Macedonia había pasado de ser un reino fronterizo, pobre y desdeñado por los griegos, a un territorio que tras el reinado de Filipo se consideraba como parte de la Hélade y un poderoso Estado militar de fronteras consolidadas con un ejército experimentado que dominaba indirectamente a Grecia a través de la Liga de Corinto. En un discurso, puesto en boca de Alejandro por el filósofo e historiador griego Flavio Arriano, se describía la transformación del pueblo macedonio en los siguientes términos:
Filipo os encontró como vagabundos y pobres, la mayoría de vosotros llevaba por vestidos pieles de ovejas, erais pastores de parvos ganados en las montañas y solo podíais oponer escasas fuerzas para defenderos de los ilirios, los tribalios y los tracios en vuestras fronteras. Él os dio capas en lugar de pieles de oveja y os trajo desde las cimas de las montañas a las llanuras, él hizo que presentarais batalla a los bárbaros que eran vecinos vuestros, de tal modo que ahora confiáis en vuestro propio coraje y no en las fortificaciones. Él os convirtió en moradores de ciudades y os civilizó merced al don de leyes excelentes y buenas costumbres. (Alejandro Magno)
La muerte del gran Filipo supuso que algunas polis griegas sometidas por él se alzasen en armas contra Alejandro ante la aparente debilidad de la monarquía macedonia. Alejandro debía resolver dos puntos importantes: mantener el control de las ciudades y reclutar mercenarios de las polis para su campaña contra Persia.
En la primavera del 335 a. C. lanza una exitosa campaña al norte, Iliria (hoy Albania y Macedonia del Norte) y Tracia (hasta las inmediaciones del río Danubio, hoy Rumania), donde es avisado que Tebas se había sublevado, tomando una guarnición macedonia.8​
Alejandro, con una reacción relámpago, demostró rápidamente su destreza estratégica y militar: viajó casi seiscientos kilómetros hasta Tesalia para reafirmar el dominio en la región15​ (ya había sido conquistada por Filipo), y emprendió el camino hacia el Ática, reprimiendo la sublevación de Tebas,35​ que opuso una feroz resistencia, reduciendo la ciudad a escombros, a excepción de la casa que había pertenecido a Píndaro. Después de ajusticiar a los sublevados, entrevistó a una parte de la población, ordenando más tarde la reconstrucción de la ciudad. Uno de los perjudicados era un deportista tebano de los Juegos Olímpicos, a quien Alejandro felicitó durante el desarrollo de estos,9​ y otro relato cuenta que una mujer que mató a un general tracio durante la contienda, fue liberada después de haber hecho una «defensa sincera».9​
Camino al sur del Ática, visitó el gran oráculo de Delfos, donde un general ateniense había depuesto a la pitonisa del templo, y que luego Alejandro restableció a la misma en su puesto.9​ Allí tuvo en dos ocasiones sus oráculos. La primera visita fue bastante errática, teniendo los sacerdotes que irrumpir en varias ocasiones. «Alejandro, no puedes entrar con espadas aquí. Y tampoco puedes llevarte las cosas».9​ En la segunda, fue a pedir el oráculo, pero en la residencia la pitia (sacerdotisa), que forcejeando le dijo «hijo mío, eres invencible».9​
Diógenes a Alejandro: «Quítate de ahí, me tapas el sol».
Su paso por Atenas fue por demás totalmente atípico. Los atenienses cerraron sus puertas, no por sublevación, sino por temor por lo ocurrido en Tebas. Alejandro, que sentía un gran respeto por los filósofos, el arte y la cultura de la ciudad, envió entonces una primera carta (era su estilo), a lo que respondieron: «estamos debatiendo si presentarte batalla o dejarte entrar».9​ Por lo que, Alejandro, a través de otra carta propuso dejar a su ejército fuera y entrar solo. Dejó que solamente lo acompañaran algunos de sus amigos, los hetaroi. Una vez allí, Atenas reconoció su supremacía36​37​ por el gesto, nombrándolo de esta manera hegemón, título que ya había ostentado su padre y que lo situaba como gobernante de toda Grecia,38​ consolidando así la hegemonía macedónica, tras lo cual Alejandro se dispuso a cumplir su siguiente proyecto: conquistar el Imperio persa.
Una conocida historia fue, de visita en Corinto durante los Juegos Ístmicos, se encontró con el filósofo Diógenes de Sinope, que se encontraba sentado en un gran barril reflexionando, preguntándole «Diógenes, dime qué puedo hacer por ti». A lo que este le respondió con una ironía: «sí, apártate de ahí, que me tapas el sol». La elocuente respuesta le valió las bromas de sus «compañeros» allí presentes. Asombrado por la elocuencia, Alejandro exclamó «¡Si no fuera yo Alejandro, me gustaría ser Diógenes!». Esto trascendió en los manuscritos de los filósofos y sofistas de toda Grecia. En otra ocasión, encontró a Diógenes revolviendo basura, al preguntarle qué era lo que estaba buscando, Diógenes respondió «estoy buscando huesos de esclavos, pero no hallo la diferencia entre estos y los de tu padre». Era claro que Diógenes despreciaba a Alejandro, quien nunca tomó represalia alguna.


 

 GRNDES HISTORIAS DEL MUNDO

Tutankamón

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Tutankamón
Faraón de la Dinastía XVIII de Egipto
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Máscara funeraria de Tutankamón en el Museo Egipcio de El Cairo. Realizada de oro batido con incrustaciones de pasta de vidrio y turquesas, es la imagen más conocida del arte del Antiguo Egipto.
Reinado
c. 1334 a 1325 a. C.
PredecesorNeferneferuatón
SucesorAy
Información personal
Nacimientoc. 1342 a. C.
Antiguo Egipto
Fallecimientoc. 1325 a. C. (18 o 19 años)
Antiguo Egipto
SepulturaTumba KV62 del Valle de los ReyesEgipto
Familia
Casa realDinastía XVIII de Egipto
PadreAkenatón
Madre«The Younger Lady» de la tumba KV35.
ConsorteAnjesenamón

Tutankamón (c. 1342-c. 1325 a. C.),1​ llamado en vida Tutanjatón,a​ fue un faraón del Antiguo Egipto, último monarca de su familia real en el final de la dinastía XVIII que gobernó entre 1334 y 1325 a. C. —según la cronología convencional del Imperio Nuevo de la Historia de Egipto—. Su padre era el faraón Akenatón, que se cree que estaba enterrado en la tumba KV55, mientras que su madre era la hermana de este, identificada como tal por una prueba de ADN realizada a una momia desconocida llamada La Dama Joven, que fue encontrada en la tumba KV35.2

Tutankamón accedió al trono con ocho o nueve años bajo la tutela del visir Ay, que finalmente sería su sucesor y probablemente también era pariente. Tutankamón contrajo matrimonio con su media hermana Anjesenamón, con quien concibió dos hijas que murieron, la primera a los 5 o 6 meses de embarazo y la segunda poco después de nacer.3​ Los nombres del faraón —Tutanjatón y Tutankamón— se cree que significan «imagen viviente de Atón» e «imagen viviente de Amón», aunque el reemplazo de Atón por Amón se hizo después de su muerte.

Tutankamón reinstauró la religión politeísta del Antiguo Egipto después de las reformas monoteístas de su padre, enriqueció y fue generoso con las órdenes de dos importantes cultos, entre ellos el de los sacerdotes de Amón, y comenzó a restaurar los monumentos antiguos dañados durante el anterior periodo amarniense. Trasladó los restos de su padre al Valle de los Reyes y movió la capital desde Ajetatón de nuevo a Tebas. Sufría una discapacidad física por una deformidad en su pie izquierdo junto a una osteonecrosis que le obligaron a apoyarse en bastones, varios de los cuales fueron hallados en su tumba junto a bumeranes y arcos, en cuyo uso debía estar instruido. Estaba aquejado de otros problemas de salud como una leve escoliosis y había contraído malaria, patologías que pudieron causar su prematuro fallecimiento a los 18 o 19 años y obligar a la inhumación de su cuerpo en un modesto hipogeo destinado a otra dignidad.

En 1922 Howard Carter descubrió su tumba casi intacta en el transcurso de unas excavaciones sufragadas por Lord Carnarvon,4​ un hallazgo que captó la atención de la prensa de todo el mundo. El descubrimiento de este hipogeo con más de 5000 artefactos, entre ellos la máscara funeraria de Tutankamón, expuesta en el Museo Egipcio de El Cairo, despertó un renovado interés en el Antiguo Egipto. Las muertes poco tiempo después de varios de los implicados en el descubrimiento de su momia se han atribuido popularmente a la maldición del faraón. Desde el descubrimiento de su enterramiento en el mundo anglosajón se lo conoce también como «Rey Tut».

Parte de su enorme ajuar funerario ha viajado por todo el mundo despertando una expectación sin precedentes. El Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto autorizó esas exposiciones desde 1962, cuando se celebró la primera en el museo del Louvre de París. Esas exhibiciones atrajeron millones de visitantes hasta 1979, aunque después no se celebró ninguna más hasta que se retomaron en el período 2005-2011, cuando además se incluyeron objetos de los predecesores de Tutankamón en la dinastía XVIII, como su padre Akenatón o la reina


Familia[editar]

Tutankamón era hijo de Akenatón —originalmente llamado Amenofis IV—,5​ cuya momia se cree que es la encontrada en la tumba KV55.6​ Su madre era una de las hermanas de Akenatón. Al nacer fue nombrado Tutanjatón, un nombre que refleja las creencias atonistas de su padre. Su ama de cría fue una mujer llamada Maia, conocida por su tumba en Saqqara.789​ Se llegó a sugerir que la madre de Tutankamón era Meketatón, segunda hija de Akenatón y Nefertiti, basándose en un relieve de la Tumba Real en Amarna que muestra a un niño en brazos de una niñera junto a una estancia en la que sus padres y hermanos lloran a Meketatón, dando así a entender que ha muerto en el parto.10​ Sin embargo, el hecho de que ella muriera cuando tenía solo diez años lo hace imposible.11​ Sobre la base de ese relieve también se había interpretado que Nefertiti fuera su madre.12

Tutankamón y su gran esposa realAnjesenamón, bajo los rayos de Atón. Detalle del respaldo del trono ceremonial de Tutankamón.

En 2008 un equipo de investigadores de la Universidad de El Cairo realizó unos análisis genéticos sobre los restos momificados de Tutankamón y otros cuerpos que se creían o se sabía que pertenecían a la realeza del Imperio Nuevo. Los resultados indicaron que su padre era la momia de la KV55, identificada como Akenatón, y que su madre era La Dama Joven de la tumba KV35, que resultó ser hermana de su esposo.213​ Eso significa que La Dama Joven no puede ser identificada como Nefertiti porque no hay constancia de que ésta fuera hermana de Akenatón.14​ Los investigadores afirmaron que estaban seguros al 99,99 % que Amenofis III era el padre del individuo de la KV55, quien a su vez era el padre de Tutankamón.15​ Sin embargo, se ha cuestionado la validez y confiabilidad de los restos genéticos de cuerpos momificados debido a su posible degradación por la descomposición.16​ Investigadores como Marc Gabolde y Aidan Dodson afirman que Nefertiti era en realidad la madre de Tutankamón porque interpretan que la cercanía genética no se debe al emparejamiento entre hermanos, sino a una consecuencia de tres generaciones de matrimonios entre primos hermanos que harían que Nefertiti fuera prima hermana de Akenatón.1718

Cuando Tutankamón se convirtió en faraón, se casó con su media hermana, Ankesenpaatón, que más tarde cambió su nombre a Anjesenamón.19​ El matrimonio concibió dos hijas, ninguna de las cuales sobrevivió a la infancia.2​ Si bien solo se obtuvo un perfil genético incompleto de los dos fetos momificados, fue suficiente para confirmar que Tutankamón era su padre.2​ Del mismo modo, hasta ahora solo se han obtenido datos parciales de las dos momias femeninas de la tumba KV21. Se ha sugerido que KV21A es la madre de los fetos, pero los datos no son estadísticamente significativos como para permitir su identificación segura como Anjesenamón.15​ Los datos de tomografía axial computarizada (TAC) publicados en 2011 revelaron que una hija nació prematuramente a los 5 o 6 meses de embarazo y la otra poco después de nacer tras una gestación de 9 meses.20​ La muerte de Tutankamón marcó el final de su línea real en la dinastía XVIII.21

El análisis paleogenético de su momia arrojó que su linaje paterno (ADN-Y) es el caucasoide-europeoide R1b-M343 y su linaje materno (ADNmit) el también caucasoide-europeoide K (Clan de Katrina). 22​, 23​, 24


Reinado[editar]

El joven rey Tutankamón. Talla en madera policromada.

Tutankamón tenía ocho o nueve años cuando ascendió al trono de Egipto y se convirtió en faraón,25​ tomando el nombre Real de Nebkheperure.26​ Su reinado duró unos nueve años,27​ durante los cuales el cargo de visir estuvo dividido entre el Alto y el Bajo Egipto. El visir principal del Alto Egipto fue Usermont; otro personaje llamado Pentu también fue visir, pero no está claro en cuál de las tierras. Tampoco se sabe con certeza si Ay, sucesor de Tutankamón, ocupó en realidad este cargo. Un fragmento de lámina de oro de la KV58 parece indicarlo, pero no con certeza porque se menciona a Ay como sacerdote de Maat junto con el epíteto «visir, hacedor de Maat». Este epíteto no concuerda con la descripción habitual usada para los visires, pero podría hacer alusión a un título informal o que Ay empleara ese título de una forma que no tiene precedentes.28

Un sacerdote egipcio llamado Manetón escribió en el siglo III a. C. una historia completa de Egipto en griego —la Aegyptiaka— en la que se refiere a un faraón llamado Orus que reinó durante 36 años y tuvo una hija de nombre Acencheres que también reinó durante doce años y un hijo llamado Ratotis que ejerció como monarca durante nueve.2930​ Si bien la famosa lista Real de Manetón se presenta confusa en este punto, se acepta de manera bastante generalizada que esos son los gobernantes del período de Amarna, entre ellos Tutankamón y Akenatón.31

Los faraones eran venerados después de su muerte a través de cultos mortuorios y templos a ellos dedicados. Tutankamón fue uno de los pocos faraones adorados de esta manera en vida.32​ Una estela descubierta en Karnak y dedicada a Amón-Ra y Tutankamón indica que se puede apelar al faraón como deidad para que perdone y libere a un súbdito que le pide alivio para un padecimiento causado por el pecado. Llegaron a levantarse templos dedicados a su culto en lugares tan lejanos como Kawa y Faras en Nubia. El título de la hermana del virrey de Kush (Nubia) incluía una referencia al faraón deificado, indicativo de la universalidad de su culto.33

Sello de anillo con su nombre de TronoNeb-Jeperu-Ra.

Se crearon epítetos especiales para que cuando fuera coronado el faraón, que ejercía el oficio divino, se vinculara con el pueblo y los dioses. La titulatura real en el Antiguo Egipto también tenía la finalidad de demostrar las cualidades de cada uno y vincularlas con el reino terrestre. Durante siglos los cinco nombres de los faraones se colocaban comenzando con el nombre de Horus.b3637​ El nombre de Sa-Ra original de Tutankamón,c​ de nacimiento, era Tutanjatón,38​ que no tenía el nombre de Nebtyd​ o un nombre del Dios Halcóne​ asociado a este39​ debido a que no se ha encontrado nada que contenga sus cinco nombres protocolarios.f​ Desde 1877 se cree que Tutanjatón significa «imagen viva de Atón», sin embargo, no todos los egiptólogos están de acuerdo con esta interpretación. El egiptólogo británico Battiscombe Gunn pensaba que esa antigua interpretación no casaba con la teología de Akenatón porque habría resultado blasfemo y sostenía que Tut era un verbo en lugar de un sustantivo. El profesor Gerhard Fecht también creía que la palabra Tut era un verbo y señaló que Akenatón usaba tit como la palabra para «imagen», no tut. Fecht tradujo el verbo tut como «ser perfecto/completo». El bloque de Hermópolis descubierto en la actual localidad egipcia de El-Ashmunein tiene una versión única del nombre de Sa-Ra escrito como Tutankhuatón, donde se usa ankh como verbo y ratifica la vieja interpretación del nombre de este faraón como «imagen viviente de Atón».39


Final del período amarniense[editar]

Tutankamón ofrendando a la divina pareja: el dios Ptah y su consorte Sejmet. Colgante que muestra el retorno al politeísmo tras el período amarniense.

Una vez coronado y después de «celebrar consejo» con el dios Amón, Tutankamón hizo donaciones que enriquecieron a los sacerdotes de los cultos de Amón y Ptah. Encargó nuevas estatuas de deidades de los mejores metales y piedras, así como nuevas barcas sagradas fabricadas del mejor cedro del Líbano y embellecidas con oro y plata. Los sacerdotes y todos los cantantes, bailarines y asistentes regresaron a sus puestos, y se les otorgó un decreto de protección real para asegurar su estabilidad futura.40

En el segundo año de Tutankamón como faraón comenzó el regreso al antiguo orden egipcio. Puso fin oficial a la adoración al dios Atón y recuperó la supremacía de Amón levantando la prohibición de su culto, reinstaurando la forma politeísta de la Religión del Antiguo Egipto y devolviendo los privilegios tradicionales a sus sacerdotes. Tanto él como su reina eliminaron «Atón» de sus nombres, reemplazándolo con Amón; asimismo la capitalidad regresó a la ciudad de Tebas, mientras que Ajetatón, fundada por su padre, fue abandonada.41​ Su primer acto como faraón fue sacar la momia de su padre de su tumba en Ajetatón y enterrarla en el Valle de los Reyes cerca de Tebas, un gesto que ayudó a fortalecer su reinado. También reconstruyó las estelas, santuarios y edificios en Karnak. Ordenó levantar nuevos edificios en Luxor y dio orden para que restauraran otros templos por todo Egipto que habían sido saqueados por Akenatón.42


Campañas militares, monumentos y construcciones[editar]

El reino era económicamente débil y se encontraba en crisis después del rupturista reinado de Akenatón. Las relaciones diplomáticas con otros reinos habían sido descuidadas, por lo que Tutankamón buscó restaurarlas, en particular con Mitanni. Los regalos de otros reinos encontrados en su tumba indican que tuvo éxito en este empeño, pero a pesar de sus esfuerzos diplomáticos, en su templo mortuorio en Tebas también hay registro de batallas con nubios y asiáticos. Su ajuar funerario contenía una armadura, taburetes plegables apropiados para campañas militares y arcos, en cuyo uso estaba entrenado.43​ Sin embargo, dada su juventud y discapacidades físicas, que parecían requerir el uso de un bastón para caminar, la mayoría de los historiadores creen que no participó personalmente en ninguna batalla.244​ Debido también a su corta edad, el faraón probablemente tenía asesores, entre los que presumiblemente estaba Ay —el sucesor de Tutankamón— y el general Horemheb, posible yerno de Ay y su sucesor en el trono. Horemheb dejó registrado que el faraón lo nombró «señor de la tierra» como príncipe hereditario para mantener la ley. También señaló su habilidad para calmar al joven monarca cuando estallaba su temperamento.44

Estatua de Tutankamón en Karnak.

Como parte de su restauración del orden tradicional egipcio, el joven faraón inició varios proyectos constructivos, en particular en el templo de Karnak en Tebas, donde ordenó crear la avenida (dromos) de esfinges que conducen al recinto de Mut. Esas esfinges fueron en origen esculpidas para Akenatón y su esposa Nefertiti, pero ahora les añadieron unas nuevas cabezas de carnero y pequeñas estatuas del faraón.45​ En el templo de Lúxor completó la decoración de la columnata de entrada de Amenofis III.46​ Además, se restauraron los monumentos desfigurados bajo el reinado de Akenatón y se crearon nuevas imágenes de culto al dios Amón. Se volvieron a celebrar los festivales tradicionales, incluidos los relacionados con el toro Apis y la Fiesta de Opet. Su estela de restauración erigida frente al templo de Karnak dice:

«Los templos de los dioses y las diosas... estaban en ruinas. Sus capillas estaban desiertas y cubiertas de vegetación. Sus santuarios eran casi inexistentes y sus patios se usaban como caminos... los dioses dieron la espalda a esta tierra... Si alguien rezara a un dios pidiendo consejo, nunca respondería».47

Un edificio llamado el Templo de Nebkheperure-Amado-de-Amón-Que-Puso-A-Tebas-En-Orden se construyó con sillares de piedra (talatat) de los templos de Atón levantados por Akenatón en el este de Karnak, lo que indica que el desmantelamiento de estos templos ya estaba en marcha.48​ Muchos de los proyectos arquitectónicos de Tutankamón quedaron inconclusos cuando murió y fueron completados o usurpados por sus sucesores, especialmente por Horemheb. La avenida de esfinges fue completada por su sucesor Ay y Horemheb usurpó el conjunto. La estela de restauración también fue usurpada por este último, mientras que las piedras del Templo de Nebkheperure se reciclaron en los edificios de Horemheb.










Patologías[editar]

Tutankamón era un joven de constitución liviana y su estatura era aproximadamente 1,67 m.5051​ Tenía grandes dientes incisivos frontales y una mandíbula superior saliente muy característica de la familia real tutmósida a la que pertenecía.52​ El análisis de la ropa encontrada en su tumba, particularmente las dimensiones de sus calzones y cinturones, indica que tenía una cintura estrecha y caderas redondeadas.53​ En los intentos de explicar tanto su representación inusual en el arte como su muerte prematura, se llegó a teorizar que Tutankamón sufría de ginecomastia,54​ síndrome de Marfan, herencia recesiva ligada al cromosoma X de Wilson-Turner, síndrome de Fröhlich (distrofia adiposogenital), síndrome de Klinefeltersíndrome de insensibilidad a los andrógenos, síndrome de exceso de aromatasa junto con síndrome de craneosinostosis sagital, síndrome de Antley-Bixler o una de sus variantes.55​ También se ha sugerido que sufría de epilepsia del lóbulo temporal congénita en un intento por explicar la religiosidad de su bisabuelo Tutmosis IV y su padre Akenatón y sus muertes prematuras,56​ aunque se ha pedido precaución en este diagnóstico.57

En enero de 2005, se realizó una tomografía axial computarizada (TAC) de la momia de Tutankamón. Los resultados mostraron que tenía un caso leve de paladar hendido y posiblemente un caso también leve de escoliosis.5859​ La exploración también mostró que su pie derecho era plano y con hipofalangismo, mientras que su pie izquierdo era equinovaro o zambo y sufría osteonecrosis del segundo y tercer metatarsianos (enfermedad de Freiberg o enfermedad de Köhler II).60​ Esta aflicción pudo haber obligado a Tutankamón a caminar apoyado en un bastón, de hecho, se encontraron muchos en su tumba, varios con signos de uso.61​ Las pruebas genéticas a través del análisis STR rechazaron la hipótesis de ginecomastia y craneosinostosis o síndrome de Marfan.2​ Las pruebas genéticas para genes STEVOR, AMA1 o MSP1 específicos para el parásito Plasmodium falciparum revelaron indicaciones de malaria tropical en la momia de Tutankamón,2​ lo que la convierte en la prueba genética más antigua conocida de esta enfermedad. El equipo descubrió el ADN de varias cepas del parásito, lo que indica que fue infectado repetidamente con la cepa más grave de la malaria, la cual pudo haberle causado una respuesta inmune fatal o desencadenar un choque circulatorio.62​ La TAC también mostró que había sufrido una fractura en la pierna izquierda, y se descartó que fuera producto de una manipulación moderna de su momia porque un daño reciente hubiera dejado bordes afilados. Había además sustancias del embalsamado dentro de la fractura, lo que indica que fue una herida abierta y además sin signos de curación.


Fallecimiento[editar]

Cabeza momificada de Tutankamón.

No se conservan registros de las circunstancias de la muerte de Tutankamón, por lo que este asunto ha generado un debate considerable e importantes estudios.64​ En última instancia, se ha determinado que su muerte probablemente fue el resultado de la combinación de sus múltiples trastornos debilitadores, una fractura en la pierna como resultado de una hipotética caída y una infección grave de malaria.65​ La incisión de embalsamamiento se le realizó en un lugar inusual66​ y además dentro de su cráneo se hallaron dos niveles de resina, lo cual ha llevado a sugerir que la momificación inicial del joven faraón fue practicada por un embalsamador inexperto.67

Se llegó a proponer la teoría que Tutankamón fue asesinado con un golpe en la cabeza cuando en 1968 un análisis con rayos X mostró dos fragmentos de hueso dentro de su cráneo.68​ Sin embargo, esta teoría fue refutada por un análisis posterior de los rayos X y de la TAC. Se determinó que esos fragmentos óseos intracraneales eran el resultado de la retirada moderna de la envoltura de la momia, ya que estaban sueltos y sin adherir a la resina de la momificación.69​ No se encontraron pruebas de osteoporosis o membranas calcificadas, que podrían ser indicativo de un golpe mortal en la cabeza.70​ También se ha sugerido que el joven rey murió en un accidente de carro debido a un patrón de lesiones aplastantes descubiertas en su momia, como la ausencia de la parte frontal de la caja torácica y las costillas.7172​ No obstante, las fotografías tomadas en 1926 tras el final de las excavaciones de Howard Carter muestran que el pecho del faraón estaba intacto, luciendo un enorme collar de cuentas con remates de cabezas de halcón. Las ausencias de este collar y de parte de su caja torácica fueron advertidas en la prueba con rayos X de 1968,73​ por lo que es probable que esta parte de la momia fuera arrancada por ladrones para robar el rico collar en algún momento posterior al final de las excavaciones de Carter. También había desaparecido ya en 1968 una elaborada cinta que rodeaba su cabeza y que sí aparecía en las fotografías de 1926.74

En 2005 el Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto y National Geographic elaboraron una reconstrucción forense del rostro de Tutankamón. Para ello, encargaron a tres equipos distintos —de Egipto, Francia y Estados Unidos— que trabajaran por separado para recrear el rostro del joven faraón. Mientras que egipcios y franceses sabían que trabajaban sobre los restos de Tutankamón, a los estadounidenses se les ocultó ese dato. Los tres equipos produjeron resultados similares, aunque fue la reconstrucción facial francesa la que finalmente fue moldeada en silicona.




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