En directo | Guerra en Ucrania: tropas rusas toman la planta nuclear de Chernóbil

El presidente ruso Vladimir Putin anunció en una locución una "operación militar especial" en Ucrania como respuesta, según dijo, a la amenaza que representa Kiev para Moscú. Al menos una decena de ciudades ucranianas han reportado ataques y el presidente ucraniano Volodímir Zelenski declaró la ley marcial en todo el país. Según un asesor presidencial, la planta de energía nuclear de Chérnobil fue tomada por las fuerzas rusas. Fuentes oficiales ucranianas reportan decenas de fallecidos.


Rusia lanza un ataque por tierra, mar y aire contra Ucrania y se acerca a la capital

Putin advierte de que cualquier interferencia tendrá consecuencias como nunca se han visto. Zelenski declara la ley marcial ante la ofensiva que llega por distintos puntos del país. Al menos diez ciudades ucranias, bajo agresión militar con un balance de decenas de muertos


El peor de los escenarios se ha confirmado. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha lanzado este jueves un ataque a gran escala contra Ucrania. Poco antes del amanecer en Moscú, en un discurso belicista y furibundo, el presidente ruso ha anunciado una “operación militar especial” en el Donbás, en el este de Ucrania. Minutos después del encendido mensaje del jefe del Kremlin, en el que dijo que buscaba “defender” a los ciudadanos de las regiones separatistas del Donbás de un supuesto genocidio, se registraron grandes explosiones en varios puntos de Ucrania. Desde Sloviansk y Kramatorsk a Járkov, a 30 kilómetros de la frontera rusa; incluso en Kiev, la capital. Con bombardeos de artillería, equipo pesado y armas pequeñas. Por tierra, mar y aire. Por el este, el sur y el norte, las tropas rusas lanzaron veloces e insistentes ataques en distintos puntos del país en lo que podría ser el conflicto más grande en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Las tropas ucranias, que aseguran que están mostrando una resistencia feroz a los ataques rusos, contabilizan decenas de muertos y heridos; algunos de ellos, civiles. Moscú no habla de bajas.


Tropas rusas aterrizaron en la ciudad portuaria de Odessa, cruzaron la frontera en varios puntos del país e iniciaron otra ofensiva desde la península ucrania de Crimea, que Rusia se anexionó ilegalmente en 2014. En Kiev, donde se escucharon potentes explosiones, fuerza rusas lograron hacerse con el control de un aeropuerto de carga a las afueras de la ciudad, de 2,8 millones de habitantes, donde algunas personas se apresuraron a protegerse en alguno de los refugios antiaéreos habilitados o en el metro. Otros muchos se lanzaron a una huida hacia el oste, por temor a que las tropas enviadas por Putin capturasen la ciudad. El Ejecutivo ucranio y los servicios secretos de Estados Unidos creen que las fuerzas rusas pueden tratar de hacerse con los edificios oficiales, apresar a la cúpula del Gobierno y eliminarla.


La “operación militar” de Putin que, según el líder ruso, busca desmilitarizar pero “no ocupar” Ucrania, es ya un ataque a gran escala. El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, se ha apresurado a declarar la ley marcial y a cerrar el espacio aéreo del país. “El ejército está trabajando. Sin pánico. Somos fuertes. Estamos listos para todo. Derrotaremos a todos”, dijo. Por la tarde, cuando cada vez más puntos rojos sembraban el mapa de Ucrania con los ataques rusos, Zelenski lanzó una petición de dura condena y de auxilio. Los sonidos de la guerra en Ucrania deben escucharse en todo el mundo, dijo, porque no solo Ucrania sentirá el impacto. “Es el sonido de un nuevo telón de acero que se cierra entre Rusia y el mundo civilizado”, advirtió el líder ucranio.


El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a Putin de que ha comenzado una “guerra premeditada con consecuencias catastróficas” y dijo que aprobaría “sanciones severas” contra Moscú. El líder estadounidense aseguró que se coordinaría con los aliados de la OTAN para garantizar “una respuesta fuerte y unida” que disuada cualquier agresión contra la Alianza, a la que no pertenece Ucrania, que fue invitado en 2008 pero cuya intención de ingresar —adhesión, que permanece congelada— enfurece a Putin, que quiere mantener a Kiev bajo su esfera de influencia. La UE también preparaba este jueves sanciones para hundir la economía rusa.


La noche ha sido inquietante y tensa en el Donbás y en toda Ucrania. El Gobierno, que pese a las alarmas de Estados Unidos y de la OTAN, ha sido escéptico durante semanas sobre una posible invasión, cambió el paso el miércoles. Cerró los aeropuertos de Jarkov, Zaporiya y Dnipro, en el este del territorio. Antes, declaró el estado de emergencia y decretó la convocatoria de hasta 36.000 reservistas. En la ciudad de Slaviansk y en Kramatorsk, cuando los primeros ataques de la mañana dieron un respiro, un buen número de ciudadanos se apresuraron a acudir a las gasolineras para repostar, a los supermercados y a los cajeros automáticos, que limitaron el efectivo a retirar en 3.000 grivnas (unos 90 euros). “No es pánico, es previsión”, comentaba Olga Kubikova, de 53 años. Como ella, los ciudadanos de la región del Donbás ya vivieron una guerra abierta en 2014. “Desgraciadamente, sabemos lo que hay que hacer”, comentaba Alexéi Udovenko, en la larga cola de una estación de servicio de Kramatorsk.


Desde finales de noviembre, Moscú ha concentrado decenas de miles de soldados en torno a las fronteras de Ucrania: hasta 190.000, según las últimas informaciones de Estados Unidos. En su discurso emitido en los canales de televisión estatales mientras se desarrollaba el Consejo de Seguridad de la ONU con motivo de la amenaza rusa, Putin ha asegurado que los enfrentamientos entre las fuerzas ucranianas y rusas son “inevitables” y “solo una cuestión de tiempo”. En tono belicoso, el jefe del Kremlin ha afirmado que una mayor expansión de la OTAN y su uso del territorio de Ucrania son “inaceptables”.

Además, el presidente ruso llamó a los militares ucranios a deponer las armas y amenazó con una respuesta contundente a aquellos países que decidan intervenir en la situación desde el exterior. “Les insto a que depongan las armas de inmediato y se vayan a casa. Todos los militares del ejército ucranio que cumplan con este requisito podrán abandonar libremente la zona de combate y regresar con sus familias”, afirmó.


“La política del imperio de las mentiras se basa, en primer lugar, en la fuerza bruta directa. En tales casos, decimos: hay poder, no se necesita mente. Y nosotros todos sabemos que el verdadero poder está en la justicia y la verdad, que están de nuestro lado”, dijo Putin. “Y si esto es así, entonces es difícil no estar de acuerdo en que la fuerza y la disposición para luchar son la base de la independencia y la soberanía, son la base necesaria sobre la que solo uno puede construir su futuro”, aseveró.






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